lunes, 18 de septiembre de 2017

Canadá, La región de los grandes lagos.


Después de unos agradables días pasados en Ottawa, dejamos la ciudad en la hora punta de la tarde. Pero enseguida volvemos a  estar rodeados de bosques y lagos.










Con rumbo oeste nos dirigimos al Parque Provincial de Algoquin.










En el centro de visitantes nos dan información de varias rutas que podemos hacer.







Una de ellas es la antigua via del ferrocarril, hoy convertida en ruta para bicicletas que pasa por varios lagos y parte del rio Madawaska.










No vimos ningún animal, salvo las tortugas de agua que aprovechaban los pequeños ratos de sol del día.







En los parques canadienses es obligatorio pernoctar en uno de sus campings, no está permitida la acampada libre.




Las parcelas son amplias, rodeadas de pinos y como en este caso a la rivera del lago Pog.







 Al caer tarde la humedad del día levanta una fina bruma sobre los lagos.




Este parque fue fundado en 1893 y es el más antiguo y famoso de Ontario, con más de 2400 lagos.










La mayoría de los parques disponen de una zona habilitad para vaciar los tanques de aguas grises, así como para llenar de agua potable.




En este país siempre estamos cerca del agua, ahora la carretera discurre paralela al lago Huron.




Debido a las largas distancias y a los numerosos lagos, volar forma parte de la vida cotidiana en Canadá, con numerosas compañías locales.




En la carretera hay lugares habilitados para parar como zonas de descanso o picnic. En algunas provincias está prohibido pasar la noche en ellos, aunque nosotros nos arriesgamos de vez en cuando. Como este junto al rio Serpent.







Siguiendo la ruta de los grande lagos, llegamos a Sault Sainte Marie, donde se encuentran las exclusas entre el lago Superior y el Huron, así como la frontera entre Ontario en Canadá y Michigan en E.E.U.U.







Sault Sainte Marie es una de las comunidades más antiguas de Ontario. Fue fundada como misión jesuita y puesto de comercio por los franceses en 1688.







La mejora del canal y sus exclusas permiten la navegación de cargueros hacia el interior del lago Superior, comunicando el centro de Canadá con el océano Atlántico a través del rio San Lorenzo.













El lago Superior es de tal magnitud que parece más un mar que un lago.




Las cascadas Chippewa se encuentran en la mitad de la ruta de la Trans-Canada, que desde San John de Terranova en el Atlántico cruza Canadá hasta Victoria en la costa del Pacifico, a través de 7.776 km.







La costa norte del Lago Superior es un vasto territorio dominado por un bosque casi inabarcable y enormes afloramientos graníticos.




El parque provincial del Lago Superior es nuestra siguiente parada. En su centro de visitantes nos indican en el mapa los lugares más interesantes a visitar.







Un sendero entre bloques de granito, pinos y musgo nos conduce primero a unas enormes grietas. Ocupadas en su día por un material más blando, que la erosión hizo desaparecer dejando estas hendiduras.




Luego continua hacia un acantilado del lago donde se pueden ver unas pinturas en ocre rojo, realizadas desde hace 2000 años por el pueblo ojibwa.










Otro recorrido nos lleva por la costa entre ensenadas y farallones, con una vista espectacular de este lago, el más extenso del mundo.










Esta masa de agua, es célebre por sus repentinas y violentas tormentas muy temidas por los marineros locales. Aunque ahora nos presenta una imagen idílica con los veleros fondeados en sus calas.







En muchos parques, tanto nacionales como provinciales,  la carretera nacional pasa por ellos, lo que hace que tengas que ir más pendiente del tráfico que del parque en sí.




La senda más atractiva del parque remonta el rio Sand, utilizada por los ojibwa cuando se trasladaban hacia el interior en invierno huyendo de las fuertes tormentas del Lago Superior.







La belleza de este recorrido radica en las tres cascadas por donde se precipita el rio.













En el camino de vuelta, la niebla empezó a cubrir el bosque y una fina lluvia nos recordó que de nuevo nos habíamos olvidado los chubasqueros.




Mapas del recorrido.







Filopensamientos y otras cosas………..

Un amigo me dijo un día que las fotografías de África eran repetitivas, cabañas de barro y paja de las distintas tribus y etnias, como la imagen principal de ese continente.

Ahora en Canadá tenemos la misma sensación de imágenes que se repiten continuamente: lagos, bosques, ríos, montañas y cascadas.

Este vasto país está invadido, desde las costas del este al oeste, por un bosque boreal de pinos, abedules, álamos y arces, salpicado por casi dos millones de lagos e incontables ríos.

 Solo las aburridas llanuras centrales donde se cultivan los cereales carecen de bosque.

 La naturaleza en estado puro es el denominador común y sus parques nacionales y provinciales son el mayor atractivo, ya que su historia o legado patrimonial es muy reciente. De los aborígenes y primeros pobladores no queda nada salvo las recreaciones en los museos.