martes, 28 de febrero de 2017

Finlandia, bosques y lagos.


Haparanda en Suecia y Tornio en Finlandia, aunque están separadas por el rio, parecen una única ciudad. Solo el cartel de Finlandia nos indica la llegada.







Poco después de dejar las comerciales ciudades fronterizas, la naturaleza retoma el paisaje. La carretera bordea el rio Simojoki uno de los mejores lugares para la pesca del salmón.




A lo largo de Finlandia encontramos continuos refugios para guarecerse de las inclemencias de este clima cuando se practican tan diversas actividades al aire libre.







En el pueblo de Rauna se encuentra el Parque de vida salvaje del ártico.




Donde podemos ver en su propio hábitat animales tan huidizos, casi imposibles de ver en plena naturaleza, como el lince, el zorro rojo o el cuon.













Entre los plantígrados se encuentra el oso pardo y el oso polar.













El alce, aunque sea uno de los animales más representativos de estas latitudes, es difícil de ver en libertad.




El buey almizclero había desaparecido en los países escandinavos y ahora se intenta introducir de nuevo.




Un recorrido de unos tres kilómetros por el bosque nos lleva a los grandes y espaciados recintos donde viven los animales.










Las rapaces nocturnas también se pueden observar.




 El país de bosques y lagos es la mejor definición de Finlandia.




Un 10% del país está ocupado por masas de agua y casi el 70% pertenece a bosque de abedules, piceas y pinos.




Nos dirigimos hacia el este atraídos por una ruta de senderismo en el Parque Nacional de Oulanka, a unos 13 km. de la frontera con Rusia.







Tomando como punto de partida el pueblecito de Juuma, queremos hacer la ruta de Karhunkierros o del Anillo del oso, una de las más famosas de toda Finlandia.







A lo largo del sendero hay refugios y cabañas para comer o pasar la noche, como este antiguo molino convertido en refugio.










La ruta pasa por acantilados escarpados, profundos desfiladeros y puentes tibetanos bamboleantes.










A partir de aquí nuestro rumbo se dirige hacia el sur, el paisaje continúa inalterable en su belleza y casi como únicos compañeros, los renos que se asoman a la carretera.







Finlandia, y los países escandinavos en general, es famosa por el diseño. Con materiales naturales como la madera, el vidrio o el barro crean arte, y encontramos esculturas diseminadas por todo el país. Como esta silenciosa manifestación.







En Kajaani queríamos ver la iglesia de madera de Paltaniemi de 1726, que contiene las pinturas más interesantes del país. Pero hay que tener en cuenta que desde principios de septiembre, la mayoría de las iglesias y museos permanecen cerrados al turismo.




Las rampas de saltos de esquí también permanecen cerradas esperando que lleguen las nieves.




La Carelia septentrional es una zona llena de lagos, rodeados de paisajes rurales donde se pueden practicar muchas actividades en una naturaleza salvaje de las más bellas del país.







En esta región se encuentra el lago Pielinen y en sus orillas esta el parque Nacional de Koli.







Los finlandeses consideran las vistas, desde lo alto del Koli, como las mejores del país.




En todas las rutas de senderismo hay refugios para cobijarse en caso de mal tiempo. En todos hay madera y utensilios para cortarla y hacer fuego.




Siguiendo hacia el sur llegamos a Valamo, el único monasterio ortodoxo en Finlandia y aunque en su día contó con más de 1000 monjes, en la actualidad solo quedan cinco.




Este cenobio ruso es muy popular en la región de los lagos y mucha gente acude a relajarse en sus  pensiones así como su buen restaurante.




También se puede llegar navegando por los lagos.




Como ya hemos dicho, bosques y lagos son las dos palabras que mejor describen a Finlandia.







Mapas del recorrido.







Filopensamientos y otras cosas…………


Decía Milan Kundera:



 “El verdadero examen moral de la humanidad, que yace enterrado profundamente lejos de la vista, consiste en su actitud ante esos que están a su merced: Los Animales”