miércoles, 20 de abril de 2016

Tailandia, de regreso a Laos.


Este paso fronterizo con Malasia es multitudinario, miles de vehículos y personas lo cruzan todos los días y salvo las colas, los trámites  se realizan sin mayor problema.




Nuestra intención ahora es subir  por el mar de China, la costa este que nos queda por conocer.










Esta zona sur permanece más aislada del turismo y encontramos pequeños y solitarios poblados de pescadores.







La pesca artesanal en sus ligeros barcos, la alternan con la cría de pescado y cangrejo en viveros junto al mar.







Una de las noches paramos a dormir cerca de una cabaña de madera donde vive un pescador. Por la mañana viene a visitarnos al camión y a invitarnos a desayunar en su casa.







La playa es tan salvaje que con la marea baja encontramos unas buenas almejas y con unas gambas que compramos a los pescadores tuvimos un magnifico aperitivo.







Nuestro nuevo amigo también nos obsequio con unos cocos, la mejor manera de saciar la sed.







El 5 de diciembre es el cumpleaños del rey que es sumamente venerado, de tal manera que se festeja como el día del Padre. Las calles se engalanan con el color amarillo que representa al rey y la bandera tailandesa.







El calor agobiante del sureste asiático es más llevadero a la orilla del mar, aunque ahora tenemos más cuidado al bañarnos por culpa de las medusas.










Las playas se suceden y aunque son de gran belleza, sus aguas están turbias y la arena, a menudo, tiene bastante suciedad.







Las lluvias nos siguen visitando todos los días y a veces nos regalan con espectaculares arco iris.







Nuestra próxima parada es la ciudad de Hua Hin, donde hemos quedado con nuestro amigo Federico, al cual conocimos cuando bajábamos hacia Malasia.







Federico es un catalán que decidió afincarse en Tailandia, donde se caso hace unos años con su mujer Puli. Nos invitaron a pasar con ellos unos días en su preciosa casa.




Nuestro anfitrión es muy cocinillas, con el fuimos a conocer el mercado y hacer la compra para el arroz y calamares que es una de sus especialidades.










Cuando estas fuera de España tanto tiempo, se agradece la compañía de otros compatriotas y poder compartir un buen vino, una buena comida y una buena charla.




Dejamos Hua Hin continuando hacia el norte, esta vez circunvalando Bangkok. Nuestro destino es el  Parque histórico de Ayutthaya.




A unos 86 kilómetros al norte de Bangkok se encuentra la ciudad sagrada de Ayutthaya, que durante cuatro siglos fue la capital del reino de Siam.







El recinto arqueológico de la vieja capital, ocupa el centro de la isla formada por la canalización de los ríos Chaophraya, Lopburi y Pa Sak. Consiguiendo que la ciudad fuera fácil de defender ante las invasiones birmanas.










Algunos de sus templos nos transmiten la grandiosidad de su pasado histórico.




Llama la atención el gran Buda yacente de más de 40 m. de longitud. Antiguamente, la enorme estatua permanecía protegida en el interior de un templo, pero este fue totalmente destruido por los invasores birmanos en 1767.







En otro templo, una cabeza de Buda incrustada en las raíces de una higuera, tiene un carácter sagrado ya que se va elevando del terreno conforme crece la higuera.




Fuera del recinto, en el extremo sureste de la ciudad, se encuentra el templo de Yai Chai Mongkhon, construido por Naresuan para celebrar la victoria en el singular combate que mantuvo con un príncipe birmano a lomos de su elefante.







Estamos a principios de diciembre y queremos volver a Laos para dejar el camión y pasar la Navidad en España. En Tailandia no lo podemos dejar ya que solo permiten un mes. Cerca de nuestra ruta se encuentra el parque nacional de Khao Yai.







Un sendero a través de la jungla, nos conduce a un bello rincón donde el rio se precipita hacia una profunda poza.










Nuestra siguiente parada es la ciudad Phimae, un pequeño pueblo de la provincia de Nakhon.




Aquí se conserva el mejor templo jemer de Tailandia.







El templo a orillas del rio Mun, está formado por un conjunto de edificios de ladrillo y arenisca, que fueron construidos en el siglo XI por el rey jemer Suryavarman I.










Al caer la noche tuvimos la suerte de asistir a una representación de la épica hindú del Ramayana, que se celebro en los jardines de estas hermosas ruinas.
















Esta ha sido nuestra última visita en Tailandia. Seguimos hacia el norte y a 350 km. llegamos a la frontera con Laos. Dejaremos el camión en Vientián y volaremos a España para pasar la Navidad.




Mapas del recorrido.










Filopensamientos y otras cosas…………..

La exótica Tailandia es uno de los países del mundo más placenteros para visitar.

En el sur encontramos espectaculares playas e islas remotas, bañadas por las cálidas aguas del Índico.

El norte nos sorprende por sus hermosos parajes de montaña y parques naturales, donde viven las etnias minoritarias, tratando desesperadamente de aferrarse a sus costumbres ante el boom turístico que les llega.

En el centro destaca la bulliciosa y cosmopolita Bangkok, pero sobre todo un impresionante patrimonio cultural, manifestado en las ruinas de un buen  numero de templos budistas e hinduistas medievales.