martes, 28 de abril de 2015

Pakistán, la Karakorum Highway.


La Karakorum highway comienza en la ciudad china de Kashgar ascendiendo lentamente hasta coronar en el paso de Khunjerab a 4730 m. que separa China de Pakistán.




Esta considerado el tramo de carretera comercial más alto del mundo. Khunjerab significa “Valle de la Sangre” por los numerosos asaltos y emboscadas que aquí se llevaban a cabo, y hace honor a aquel proverbio local que dice: “Las incursiones son nuestra agricultura”.




Unos 500 m. después de coronar el puerto tenemos el primer control pakistaní. Teníamos serias dudas sobre este país y sus gentes, pero nada más lejos de la realidad, nos recibieron con una amplia sonrisa y un Welcome  Pakistán.




Nuestros pensamientos vuelan sobre esta antigua Ruta de la seda, cargada de significado histórico pues ya desde tiempos muy remotos fue utilizada por Tamerland, Gengis Kan o Alejandro Magno.




Para los amantes de la montaña, como nosotros, también tiene un significado especial pues a unos pocos kilómetros hacia el este en el glaciar del Baltoro se eleva la segunda cumbre más elevada del mundo, el K2.




Estamos a principio de octubre y como todavía no han caído las primeras nieves del invierno, las cabras montesas siguen en las zonas más altas de las montañas.




Las pudimos ver gracias a los guardabosques que nos las indicaron en el camino. Después fuimos con ellos a la cabaña que utilizan en verano para controlar la fauna donde nos invitaron a nuestro primer te pakistaní.







Algunos historiadores afirman que nos encontramos recorriendo el monumento horizontal creado por el hombre más grande de todos los tiempos.




Viajamos por la Alta Tartaria, región que en el siglo XVIII fue llamada el “tercer polo”, pues se le consideraba tan remoto como el Polo norte o el Polo sur.




Esta impresionante obra de ingeniería, construida en este trozo del mundo, atraviesa las cuatro cordilleras más altas de la tierra, el Pamir, el Karakorum, el Hindú Kush y el Himalaya.




Aunque ha sido recientemente asfaltada por los chinos, sigue siendo muy peligrosa debido a los desprendimientos que se producen en sus numerosas zonas escarpadas, que verticalmente amenazan a la carretera.







Esta zona del Karakorum es el Parque Nacional Khunjerab. Hace unos meses los guarda parques encontraron en el rio un cachorro herido de leopardo de las nieves. Pensaban soltarlo en noviembre cuando caen las primeras nieves y la carretera se cierra hasta la primavera.








A 86 km del paso de Khunjerab llegamos al pueblo de Sost donde se hace la entrada al país y milagrosamente nos hicieron el visado de entrada.





Nos llama poderosamente la atención la decoración, tan espectacular, que los pakistaníes realizan en sus camiones. Esto sí que es tunear un vehículo.








El valle por donde desciende la carretera es de una belleza espectacular, franqueado por estas moles de piedra que se alzan hacia lo alto, donde sus blancas y nevadas cumbres rozan el cielo.








De estas altas montañas descienden numerosos y caudalosos ríos que fragmentan el terreno. Para poder comunicar a los pueblos de las distintas riberas se han creado numerosos y variados puentes colgantes.








Descendemos paralelos al rio Hunza.








Esta ruta no solamente es peligrosa por los desprendimientos de rocas sino también por las avalanchas que se producen sobretodo en la época de lluvias. Dando lugar a numerosos accidentes.








A 52 km. de Sost llegamos al pueblo del Gulmit.





El 8 de octubre del 2005 se produjo un violento terremoto en Pakistán que en esta zona provoco el derrumbe de la ladera de una de estas enormes montañas. Formo un dique natural que obstruyo el rio Hunza creando un lago de 14 km. de largo.





Sepulto la carretera y varios pueblos quedaron bajo sus aguas. Desde entonces los chinos trabajan en la nueva carretera, que por lo escarpado del lugar son sobretodo puentes y túneles, demorándose todavía unos años más.





Los camiones que comercian con China llegan cargados hasta la cola del pantano y sus productos son transportados en pequeños barcos hasta el otro lado, donde de nuevo se cargan en camiones que continúan la ruta.








Tenemos la mala suerte de llegar en octubre cuando el rio está en su nivel más bajo y la barcaza que tiene capacidad para cargar camiones no puede llegar hasta aquí. Algún todo terreno se aventura a cruzar el lago en estos pequeños barcos.








A nosotros nos proponen unir dos barcos con travesaños de madera a modo de catamarán. La maniobra es sumamente arriesgada por lo inclinado del terreno, por lo inestable de los barcos y porque nuestro camión pesa 11 toneladas. No hemos visto cruzar ningún camión y no queremos arriesgarnos.





Hablamos con el alcalde del pueblo y con los encargados de la obra que nos dicen que están construyendo un paso provisional que nos llevaría un kilómetro más abajo donde la barcaza puede atracar. Este paso se puede demorar 7 u 8 días.





A pesar de que trabajan tres excavadoras las obras avanzan lentamente y no sabemos los días que todavía tendremos que esperar.





Aprovechamos para hacer un poco de mantenimiento al camión. Los soportes del silencioso, debido a las vibraciones sobre todo en las malas carreteras, tienden a partirse. Hemos hecho de goma unas arandelas que amortigüen las vibraciones.





Como vemos que va para largo, los lugareños nos informan de varias excursiones muy interesantes por la zona. Desde el pueblo de Husseini subimos al lago Borith.








Desde aquí seguimos ascendiendo por una estrecha senda hacia el glaciar de Passu.








De vuelta de la excursión, al borde del lago, paramos en el pequeño albergue donde una pareja de encantadores y simpáticos pastunes nos prepararon algo de comer.








El pueblo de Husseini está asentado en la ribera del rio Hunza, con el que riegan sus escalonadas huertas.





Recorriendo los senderos que unen sus casas retrocedemos en el tiempo, aquí parece que se paró hace mucho. Los canteros siguen picando y moldeando la piedra con la que construyen sus casas.








La fama que precede a este país nos hacía llegar con cierta prevención, pero estos pastunes del norte nos hicieron cambiar de opinión, son gentes abiertas, tolerantes, hospitalarias y de sonrisa franca y fácil.





Son muchos los países que hemos recorrido y muchas las escuelas visitadas, pero ninguna tan cuidada, decorada y limpia como la pequeña escuela de esta aldea.








No dejan de sorprendernos los espectaculares puentes colgantes, como este que tiene más de 200 m. suspendido sobre el rio sin ningún apoyo intermedio.





Daba mucho miedo cruzarlo dada la separación de las tablas y el balanceo que se producía al andar por él. Ana aunque lo intento, no pudo pasar de los primeros metros.








El puente termina en una pared de roca donde una estrecha senda asciende vertical hacia los prados al otro lado del rio.





Después de unos días de excursión por las montañas volvemos a Gulmit y vemos que las obras, aunque han avanzado bastante todavía no están terminadas. Seguiremos esperando.








Mapas del recorrido.








Filopensamientos y otras cosas……………


La carretera del Karakorum es la carretera pavimentada internacional más alta del mundo. Une las ciudades de Kashgar en China con la capital pakistaní Islamabad y atraviesa la región de Cachemira en eterna disputa entre la India y Pakistán.
Su recorrido de 1300 km sigue parte de la antigua Ruta de la seda.

La obras se terminaron en 1986 después de 20 años de trabajo y se dice que la construcción se cobro una vida por cada uno de sus kilómetros.

Atraviesa paisajes de extraordinaria belleza, donde numerosos glaciares se precipitan desde las altas cumbres, como los que se encuentran cerca de las pequeñas poblaciones de Passu o Gulmit.

También  sirve como vía de comunicación para los montañeros que vienen a escalar los cinco picos de más de 8000 m. que se encuentran en Pakistán. De aquí se accede al famoso glaciar del Baltoro que culmina en el K2 con 8611 m. y muy cerca, visible desde la carretera el Nanga Parva con sus 8125 m.

Esta carretera se había convertido en un destino atractivo para el turismo de aventura, pero tras los acontecimientos del 11 de septiembre se redujo su tráfico por problemas políticos.

El puesto fronterizo entre China y Pakistán solo está abierto entre el 1 de Mayo y el 15 de octubre de cada año, cuando la carretera queda libre de nieve.