martes, 27 de noviembre de 2012

Zimbabue, las tierras altas orientales.


 
Normalmente visitamos las capitales por la necesidad de obtener algún visado o para aprovisionarnos de algunos productos difíciles de encontrar en los pueblos más pequeños. Pero esta vez no teníamos necesidad ni de una cosa ni de otra y circunvalamos Harare saliendo hacia el sureste.




De nuevo a pocos kilómetros de la modernidad de altos edificios y anchas avenidas, surge la cruda y dura vida rural.



Se nos hizo de noche cruzando el pueblo de Marandellas y allí nos quedamos a dormir. Al día siguiente  recorriéndolo  encontramos en el parque el monumento al tractor caído.



El terreno se vuelve sinuoso conforme ascendemos hacia las montañas que configuran la frontera con Mozambique.



En Rusape nos desviamos hacia el Parque nacional de Nyanga.



La expansión británica en África meridional adopto la forma de una empresa privada, que explotaba sobre todo minas de oro, cobre y diamantes, propiedad del empresario millonario Cecil Rhodes.



La belleza de las montañas orientales de Zimbabue persuadió a este empresario para establecer aquí su casa, hoy convertida en el Hotel Rhodes.



Sus jardines dan a la presa de Nyanga, donde se encuentra la entrada del parque.



Ya en el interior visitamos un antiguo asentamiento de los primeros pobladores de estas montañas.



La característica de este lugar es la construcción de las chozas y graneros alrededor de un gran foso al que se accedía por un túnel angosto y sinuoso, donde por la noche encerraban al ganado para protegerlos del los ataques de la fieras.



El parque es de una gran belleza, aunque es triste contemplar algunas zonas arrasadas por recientes incendios.





Numerosos cursos de agua facilitan la vida  a distintas especies animales que aquí habitan.







Y aunque no hay ninguno de los grandes mamíferos conseguimos ver ñus y distintos tipos de antílopes.





A pesar de lo huidizos que son en estas desprotegidas montañas.





Por las pistas del parque ascendemos hasta la cota de 2000 metros.



Uno de los atractivos de este es la ascensión al monte Nyangani.





Que con sus 2600 m. es la montaña más alta de Zimbabue, con unas magnificas vistas del entorno, divisándose al este Mozambique.



Después de la dura ascensión al mítico Nyangani nos regalamos unos días recorriendo estas montañas.



Estando acampados a 1800 m. de altura, al amanecer, unas densas y blancas nubes cargadas de humedad envolvían de formas algodonosas los bosques circundantes.





Bajo este manto de humedad y fresco, todo un regalo después de tantos meses de calor, las excursiones por estas montañas eran especialmente agradables.





Junto al lago Troutbeck estos días descubrimos lugares donde la belleza emocionaba y el aire es libre, dulce y fresco.







África abruma por sus enormes distancias, muchas veces se recorren cientos de kilómetros, quizás miles, donde el paisaje se repite monótono en verdes bosques y ocres tierras. Aquí las flores pintan de colores las montañas.





Esta comarca por su belleza paisajística y su fresca climatología es el lugar elegido por algunos establecimientos hoteleros en cuya oferta se incluye desde excursiones a caballo a campos de golf.







Aunque pertenecen al parque nacional Nyanga, las cascadas Mtarazi se encuentran a unos 70 km. al sur  por una mala y complicada pista.



Es un salto de agua con más de 200 m. de caída sobre el acantilado de piedra negra basáltica. La vista sobre la escarpadura es tan aérea que aunque no se tenga vértigo sobrecoge acercarse al abismo.





Todavía no han comenzado las lluvias y los cauces de agua van muy mermados, restándole espectacularidad a este imponente salto de agua. Dada su magnitud hemos tenido que hacer tres fotografías.





Nos resistíamos a abandonar estas montañas pobladas de pinos y riachuelos, donde el frio nos obligaba a taparnos con el edredón por la noche.





Y nos permitía unas agradables y frescas excursiones durante el día.





De camino a la frontera pasamos por Mutare, ultima localidad donde poder abastecernos y conectar a internet.



El último día en Zimbabue lo pasamos en las montañas Bvumba a pocos kilómetros de esta población, donde tuvimos un feliz reencuentro con nuestro amigo motero Tony Peeters. A este belga lo habíamos conocido en Camerún y reencontrado unos meses después en Matadi, R.D.Congo.



Con estas vistas de las montañas y mucha pena dejamos Zimbabue.


 

   Mapas de recorrido.




 

Filopensamientos y otras cosas

Los elefantes están en el punto de mira de un controvertido tema de ámbito medioambiental.

El número de estos paquidermos ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos, debido principalmente al control de la caza furtiva y al suministro de agua, bombeada del subsuelo a sus abrevaderos, que ha roto su ciclo de migraciones en la estación seca. Esto ha dado lugar a un crecimiento incontrolado y en estos momentos la población de elefantes en Zimbabue es de 70.000, cuando el equilibrio ecológico lo estimarían en unos 30.000.

Por esta circunstancia unos son defensores de la caza controlada, aludiendo que desde la prehistoria siempre fueron cazados por el hombre. Otros son totalmente contrarios a esta práctica defendiéndolos como uno de los mamíferos más emblemáticos, especiales e inteligentes de la creación.

La naturaleza por si sola crea un equilibrio ecológico que cuando el hombre, con su inteligencia se mete por en medio, es incapaz de mantenerlo.