domingo, 29 de abril de 2012

Las tierras altas de Camerún



El rio Cross hace de frontera entre Nigeria y Camerún a su paso por Ekok, un estrecho puente une las dos riveras y en unas casetas de madera hacemos los trámites aduaneros. Nos recordaba uno de esos lugares donde en las películas se realizaban los intercambios de prisioneros en medio de la selva.







Al cruzar el puente nos abren una verja, es la puerta de entrada a Camerún y tenemos la sensación de entrar en un cortijo.



Una estrecha pista se abre paso a través de la densa vegetación.



Este puente es el primer aviso de lo que nos vamos a encontrar, entramos muy justos y dudamos de su resistencia.




Unos kilómetros después del paso fronterizo nos apartamos de la pista hacia  un pequeño escondite en la selva para pasar la última noche con Luke y Shelly, ya que al día siguiente ellos seguirían más rápidos.



La pista discurre siempre a través de la selva y solo se abre al cruzar sus múltiples ríos. Los chinos ya están trabajando en la nueva carretera, pero seguimos cruzando puentes de dudoso estado.






Aunque las vistas desde el puente justifican el  miedo que pasamos.



Las primeras aldeas surgen a nuestro paso buscando la vida que les proporciona la pista.







Por la mañana nos damos cuenta que una rueda pierde aire, una raja que llevábamos en una banda se ha ido abriendo y para llegar al próximo pueblo tenemos que darle aire cada hora.



La pista está en muy mal estado por las lluvias y las obras, viendo que no podemos llegar al pueblo con la rueda así, aprovechamos los talleres que tienen los chinos para reparar sus camiones y en diez minutos nos cambiaron la rueda. No consintieron en cobrarnos nada y ante nuestra insistencia de al menos darles una propina a sus operarios, se la dieron ellos y no hubo forma de que aceptaran nada de nuestra parte. ¡Que mentalidad tan distinta  ¡






El paisaje es espectacular, rodeados de  grandes montañas y sinuosos y caudalosos ríos, con una exuberante vegetación.






Que sitio más idílico tiene este colegio.



En dos días y 260 km. de pista a través de la selva cruzamos desde la frontera a Bamenda, capital de provincia de la tierras altas de Camerún, situada a mil metros de altitud. En esta ciudad de 220.000 habitantes esperábamos encontrar un buen servicio de ruedas donde reparar. Después de recorrernos toda la ciudad este era el mejor sitio.






En la provincia del Noroeste de Camerún se sitúan las Highlands formado por altos volcanes, fértiles valles y caudalosos ríos, situados entre los 1000 y 3000 metros de altitud.

La pista sigue sinuosa adentrándose en la selva como un túnel.









Pequeñas aldeas se asientan próximas a los remansos del rio.






Y como en toda África muchos niños por todas partes.













En la aldea de Bafut encontramos a esta familia haciendo el aceite de palma con esta rudimentaria prensa.






En un momento el cielo se cubrió y como casi todos los días, una lluvia torrencial nos cayó anegando todo a nuestro alrededor.




Allí se refugió un cazador que venía muy contento con su puerco espín, ya que es una carne muy apreciada y de la poca que pueden disfrutar.



Como nos acordamos de nuestra tierra, con uno de estos pequeños ríos sí que tendríamos  “agua para todos”.






Cuanto nos van hacer sufrir todos los puentes que a cada momento tenemos que cruzar.



Próximas a la pista aparecen las cataratas de Menchum.






Puentes estrechos y accidentes a cada momento nos mantienen alerta.






Al final el objetivo donde mejor plasma la vida es en lo cotidiano.










            Mapas del recorrido






Filopensamientos y otras cosas……..

Según nos cuenta Erodoto en el siglo V a. C. los Cartagines atraviesan las columnas de Hércules y navegando el Atlántico paralelos a la costa de África llegan al golfo de Guinea donde divisan un gran monte que sobresalía de la bruma y que escupía fuego, al que llamaron Carro de los Dioses (Monte Camerún).

En el año 1.472 el explorador portugués Fernando Poo llega al estuario del rio Wouri y queda extasiado ante la riqueza de camarones de estas aguas fluviales, dándole el nombre “Rio dos Camaroes” de donde derivo el actual Camerún.

1 comentario:

  1. Que maravilla de selva, de vegetacion y de lluvias... y de fotografias, ya no sabemos elegir cual nos gusta mas. Seguir asi herederos de los Cartagineses.
    Besos

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